En este apartado tengo muy poca experiencia porque cuando iba a la playa a bañarme andaba y no te fijabas en pasarelas o rampas. Debido a mi enfermedad esta situación ha cambiado porque yo voy en silla de ruedas y es entonces cuando te das cuenta de las grandes limitaciones que tienes para poder acceder al mar y los pocos medios que hay para poder ayudar a personas discapacitadas, quiero dejar claro que no pretendo criticar ni meterme con ningún estamento del estado pero creo que hay que hacer visible una realidad de un colectivo que por desgracia cada día somos más y esta bien presumir de banderas azules que tienen nuestras playas pero los medios de ayuda a la accesibilidad son muy limitados e incluso mas de uno no está en condiciones optimas para poder ayudarnos.
El año pasado estuve en Pontevedra viendo que playa era la mejor para poder bañarme y de todas las que te vienen en internet encontré una que mereció la pena primero por la ayuda que me prestaron los socorristas en especial Rubén que estuvo en todo momento pendiente junto con su compañero de ayudarme en meterme en una silla náutica para minusválidos, es en la Isla de Arosa en la playa «O Bao» os puedo asegurar que fue una sensación increíble encontrarme después de mas de cinco años volver a bañarme en el mar.
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